Buenos días, aquí estamos otra vez, os dejo la tarta que "hizo mi hijo" para merendar el otro día, digo que hizo mi hijo porque, aunque con mi mucha ayuda y orientación, la hizo él.
Estoy creando un pequeño repostero, jejejeje. Pero es así los niños copian lo que ven en su casa, por lo que el día que en mi casa no huele a horneado para él es raro, para él y para todo el que venga habitualmenete ;D
El bizcocho fue el clásico bizcocho de limón que toda madre nos hacía para merendar los fines de semana, ummmm que buenos recuerdos. Cuando volcaba la masa en el molde lo que quedaba en el bol lo rebañaba yo, y ahora lo hace mi hijo, creo que va en los genes el saber saborear la masa antes de hornear. Os propongo que si no lo habeis probado lo hagais, os enganchareis y no podreis ya lavar el bol sin antes meter el dedo para coger un poco.
Ahora estoy un poco liadilla con el día de San Valentín, pero en cuanto pueda os subo la receta de este bizcocho tan jugoso y esponjoso.
Besos, Esther.
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